JUEGO DEL AJEDREZ Y AUTISMO
El juego de ajedrez para el autismo
El juego de ajedrez para pequeños y grandes con autismo
Esta web tenía previstos otros artículos para la semana. Especialmente, porque queríamos profundizar en algún otro tratamiento alternativo. Y, el hombre propone y Netflix dispone. Porque, en el transcurso del mes vimos The Queen’s Gambit (traducido al español como El Gambito de la Reina). Y todo comenzó a girar en torno al ajedrez. También, alrededor de la pregunta: ¿qué implica el deporte o juego del ajedrez para el autismo? En este artículo, trataremos de compartir tanto impresiones, como conocimiento con nuestro público.
The Queen’s Gambit – la mejor serie de Netflix del 2020
The Queen’s Gambit o El Gambito de la Reina
El título, la serie, la novela
La expresión el gambito de la reina, en realidad suele expresarse más corrientemente como el gambito de dama. Desde hace siglos, es una de la formas clásicas de comenzar una partida de ajedrez. Actualmente, la notación se hace algo diferente. Pero, en la clásica se decía: peón 4 dama. En inglés: pawn to queen four. Esto es, el peón frente a la pieza de la reina avanza 2 casilleros. A continuación, el otro peón hará lo mismo. Es una posición en la que se ofrece una aparente ventaja, para lograr el dominio de un lado del tablero.
Con el nombre de The Queen’s Gambit, el escritor Walter Tevis publicó en 1983 una novela. En ella, se narra la historia de una niña huérfana y poco comunicativa que descubre su increíble talento para el ajedrez. Más adelante, fue traducida al español como Gambito de Dama. La historia no es verídica. Aunque, lógicamente, se basa en experiencias personales y anécdotas reales.
Finalmente, fue convertida en miniserie original de Netflix entre 2019 y 2020. Se estrenó a finales de octubre de este año, 2020. De 7 capítulos, la producción es la serie más vista de Netflix hasta la fecha (noviembre de 2020).
El ajedrez, arte y espectro autista
La serie es una joya. La protagonista, inigualable. El resultado, hacernos pensar que el arte no tiene fronteras. También, cuando el arte es miniserie. Y, cuando el ajedrez, ese juego-deporte de reyes y plebeyos, se mete en la vida, para cambiarla.
Un par de aclaraciones. Primero, en ningún momento se dice que la protagonista esté dentro del espectro autista. Tampoco se sugiere de modo directo. Sin embargo, citamos las palabras que pone el autor en su boca: «Me siento segura en un mundo de 64 casillas«. Beth Harmon no habla casi, no sonríe, no interactúa con sus pares. Además, no entiende las fiestas, ni las indirectas, ni las convenciones sociales.
Segundo. Tanto el libro como la serie, ensalzan el ajedrez como el placer de la belleza. La belleza del juego que no necesita más que un tablero y 32 piezas. Y, en el caso de la huérfana protagonista, ninguna pieza desde los 9 años hasta los 13. Porque, durante ese tiempo, se le prohibe jugar al ajedrez en el orfanato. En compensación, juega en su cabeza. Recreando el tablero en el techo de la enorme habitación-dormitorio.
El ajedrez y el espectro autista
¿Qué dice alguien con autismo del ajedrez?
Claramente, el juego del ajedrez tiene muchas características que se adaptan perfectamente a un perfil TEA. Pero, desde «afuera» es fácil imaginar cosas que no hemos vivido. Por eso, investigamos un poco diferentes casos. Algunos de ellos, recogidos en libros y revistas. Finalmente, nos quisimos quedar con un caso totalmente anónimo.
Dentro de un foro en que el se comentaba ese tema hace 4 años, un jugador joven insertó el siguiente testimonio personal (el texto ha sido reducido, quitando los párrafos técnicos sobre el ajedrez):
«Estoy en el espectro y puedo decir que el ajedrez llegó de forma muy natural. Tuve alrededor de 1400 (de ranking, se entiende) después de unos meses y cuando me obsesioné con el ajedrez un año pasé de 1500 a 2100. (…) es la parte obsesiva que hace que alguien con autismo sea bueno en algo (un año de aprender algo con cualidades autistas puede ser como 3 años de aprender algo para una «persona normal» porque la cantidad de horas que estoy inmerso o consumido con algo y siento que se atribuye a «habilidades autistas» todo el tiempo). Pero el problema al que nos enfrentamos es el control emocional, también horarios irregulares de sueño, problemas estomacales, etc. (…) Además, la falta de control emocional puede fácilmente secuestrarnos mentalmente, dificultando que nuestro cerebro funcione en una situación de alta presión que no creo que sea muy diferente de la gente «normal», pero es extremadamente desafiante.»
Lo cierto es que, las personas dentro del espectro autista a menudo exhiben habilidades inusuales en la atención y la percepción en relación con el público en general (1). Esto puede ser útil para retener y visualizar los movimientos del ajedrez. De hecho, esta capacidad, que se desarrolla de forma única en individuos autistas, puede ser la clave para desarrollar talentos inusuales. Pero, específicamente, el juego del ajedrez es un fortaleza posible para muchos.
Necesidades de un niño autista a la hora de interactuar
- Tranquilidad
- Estructura
- Reglas obvias y claras
- Ambiente seguro
- Procedimientos que sean predecibles
- Comunicación clara y concreta
- Aceptación
¿Por qué un niño autista puede sentirse cómodo con el ajedrez?
- No es un juego de contacto físico
- Es lógico
- Seguro
- Estructurado
- Quieto y tranquilo
- Silencioso
- Es entretenido si ser agobiante
¿Qué aspectos estimula el ajedrez en autistas?
- Desarrollo cognitivo: ayuda a estimular la concentración y el razonamiento lógico.
- Desenvolvimiento meta-cognitivo: ya que el ajedrez impulsa a reflexionar sobre el propio pensamiento.
- Mejora en las habilidades sociales: es muy claro en el ajedrez cómo comportarse con relación al oponente. Incluso, cuál es el modo de ganar y perder. También, cómo alternarse en el uso del tiempo.
- Estímulo del aspecto emocional: ayuda a mejorar la autoestima. También, la capacidad de disfrutar y la confianza en sí mismo.
¿Cómo inicio a mi hijo autista en el ajedrez?
Bien, has llegado hasta aquí. Estás convencido (o casi) de que es «el» deporte que tu hijo puede practicar. No le ves contraindicaciones. Incluso, tienes el recuerdo de qué bien lo pasabas con tu abuelo, de niño, jugando al ajedrez. Y ahora… ¿Qué? Pues, ahora habrá que recorrer los primeros pasos.
1. Habla con el profesional de salud
Consulta con el pediatra o terapeuta cuál es su opinión al respecto. Podrán consensuar juntos si el mejor camino es que tenga clases, que lo juegue en una tablet, en la computadora, con alguien de la familia, con un tablero real, etc.
2. Elige el soporte que sea más adecuado
Como se dice en el punto anterior, podría jugarse durante unas clases. En ese caso, evita comprar un juego. Más adelante, tendrás el tiempo para hacerlo. Deja que decante sola la necesidad. Si va a jugarlo en la casa, sí. Allí, tendrás que adquirir algún soporte del juego.
3. Compra el soporte más adecuado a la sensibilidad de tu hij@
Si la decisión es que juegue en una tablet, pues usa la que tengas. Si no tiene, puedes ir a la sección de la Tienda correspondiente. Prácticamente, cualquier tableta sirve para el ajedrez. Los juegos suelen ocupar poca memoria en el dispositivo.
Si has elegido el soporte físico del juego, puedes ir a la sección de la Tienda que tiene juegos para todas las edades. El ajedrez realmente no tiene edad. Simplemente, inclinación.
Recuerda que siempre será mejor evitar las piezas que sean de plástico con uniones que puedan raspar o cortar. También evita las excesivamente decorativas, de cristal o metal. La mejor opción son las de madera o plástico de buena calidad. Que tengan cierto peso. Por último, quizá sea interesante que -si no la tienen- recuerdes ponerles felpa abajo de cada pieza. Las ayudará a deslizarse sin ruido y no raspar.
(1) Baron-Cohen, S., et al., (2009). Talent in autism: Hyper-systematizing, hyper-attention to detail and sensory hyper-sensitivity. Philosophical Transactions of the Royal Society of London B Biological Sciences, 364, 1377-1383.