Problemas de comunicación en el autismo

COMUNICACIÓN EN EL AUTISMO

El autismo y el problema de la comunicación

Las personas con autismo tienen problemas de comunicación. A menudo les resulta difícil mantener conversaciones o captar señales sociales. Algunas personas con autismo pueden no hablar en absoluto. Sin embargo, otras pueden hablar muy bien. De todos modos, TODAS tendrán desafíos que superar para hacer amigos y comunicarse socialmente. Hay un artículo específico sobre las relaciones interpersonales, dentro de nuestro sitio. En él se toca el tema de la comunicación en el autismo, de modo práctico. 

 

1. ¿Qué tipo de problemas de comunicación encuentran?

La comunicación social es la dificultad más común en las personas con autismo, como se señaló en otro artículo. Generalmente, somos conscientes de que las personas en el espectro autista enfrentan desafíos en la incorporación de habilidades verbales, incluida la gramática, el uso correcto de los pronombres y la respuesta cuando se les habla.

Comunicación en el autismo: Expresión facial
Los rostros sin expresión y que no miran directo a la cara, son elementos de detección temprana del TEA

Además, con relación a la comunicación no verbal, su dificultad reside en interpretar e incorporar las expresiones faciales y el ritmo del habla.

Todo esto, puede explicar lo que otros perciben como «incomodidad» en la comunicación con las personas con autismo. Se sabe que la comunicación necesita un código compartido para producirse como fenómeno socio-lingüístico. En consecuencia, si a una de las dos partes le es difícil incorporar el código, la comunicación también se vuelve más difícil o imposible.

 

2. Pragmática y prosodia

Como ocurre con tantas características del autismo, existe una enorme variabilidad de una persona a otra. Aún así, se destacan los problemas con dos aspectos de la comunicación: la pragmática y la prosodia.

a. Pragmática y autismo

La pragmática o pragmalingüística es una rama de la lingüística, que estudia el modo en que el contexto influye en la interpretación del significado.

Las personas con TEA presentar problemas de pragmática en el uso del lenguaje en situaciones sociales. Por ejemplo, ser capaz de permanecer en el tema que se está tratando.

comunicación verbal
Hablar por turnos y seguir el hilo de una conversación, es una habilidad que presenta una gran desafío.

Asimismo, el hablar por turnos en una conversación, hacer las preguntas apropiadas y usar un tono de voz adecuado para el entorno son desafíos importantes. Muchas terapias para el autismo incorporan entrenamiento explícito en estas habilidades comunicacionales.

 

b. Prosodia y autismo

La prosodia -desde el punto de vista académico-  es una rama de la lingüística que analiza y representa formalmente aquellos elementos de la expresión oral tales como el acento, los tonos y la entonación. Se refiere al ritmo del habla y abarca aspectos de la comunicación verbal y no verbal.

Por eso, llevada a las palabras habladas y las pausas entre las palabras, al ritmo y a la entonación, la prosodia tiene múltiples funciones. Por ejemplo, el tono ascendente, por ejemplo, indica que se hace una pregunta. Otro ejemplo, la prosodia también comunica emoción: la pregunta «¿Qué quieres decir?» … puede ser positiva, negativa o neutral . Por tanto, según sea cómo se hable, es la prosodia la que alerta al oyente de la diferencia entre una frase y otra, ambas idénticas.

Los problemas con la prosodia pueden variar. Algunas personas hablan en un tono monótono, mientras que otras exageran los tonos altos y bajos de manera tan dramática que los oyentes encuentran su discurso antinatural.

 

3. Autismo y comunicación bidireccional

comunicación no verbal
Un desafío que la persona con TEA entienda la importancia de la comunicación no verbal y pueda decodificarla.

La comunicación entre personas con y sin autismo es un problema bidireccional. Las personas en el espectro tienen serios desafíos de comunicación que abordar. Al mismo tiempo, sus compañeros de conversación -fuera del espectro- podrían hacer mucho para resolverlos. Es necesario desarrollar estrategias de encuentro a mitad de camino: aceptar las diferencias en la forma en que se expresan.

En definitiva, entendiendo que la comunicación exige un código compartido, será necesario para las dos partes hacer un esfuerzo para incorporar el código de la otra.

Hay un concepto equivocado acerca de que las personas autistas «no les interesa comunicarse». En algunos casos, es verdad. Sin embargo, tendríamos que decir que no lo van a hacer de acuerdo con el código fuera del autismo. El que no entendamos su modo de comunicar, no implica que el mensaje sea inexistente.

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