MASCOTAS EN TERAPIAS PARA EL TEA
Terapia con animales en el autismo
¿De qué se trata la terapia con animales?
La terapia con mascotas es un término amplio que incluye la terapia asistida por animales y otras actividades asistidas por animales. La terapia asistida por animales es una técnica en desarrollo. Actualmente, se utilizan perros u otros animales para ayudar a las personas a recuperarse -o afrontar mejor- de problemas de salud, condición o perfil social.
Por otro lado, las actividades asistidas por animales tienen un propósito más general: brindar comodidad y disfrute a los residentes de hogares de ancianos o a personas hospitalizadas con cuadros traumáticos.
Finalmente, hay algunas terapias que, por sus características, son muy específicas. En ese sentido, se puede consultar nuestro extenso artículo sobre equinoterapia.
¿Mascotas o animales en general?
Tal vez sea necesario hacer una pequeña distinción para explicar mejor algunos conceptos. Para el siguiente artículo diferenciaremos entre mascotas o animales de compañía y animales de terapia. Obviamente, puede haber diferentes criterios conceptuales. Además, muchas definiciones diferentes. Y, todos, serán perfectamente aplicables en distintos contextos.
Pero, para lo que queremos explicar, es necesario introducir la siguiente diferenciación.
1. Mascotas:
Son animales de companía personal o familiar. Lógicamente, se trata de un animal domesticado, que convive con una persona o con su grupo familiar, con el propósito de hacerse compañía mutuamente. No consideramos mascotas -al menos no para el propósito de este artículo- a las especies salvajes conservadas en cautiverio. En general, es un animal con el que se desarrolla una relación bilateral que involucra varias áreas psicológicas y sociales. En conclusión, se trata de animales que eligen la interacción con la persona o el grupo familiar y que no se escaparían de modo permanente del hogar en el que conviven con los «humanos»
2. Animales de terapia:
Son animales (en su mayoría perros) que tienen una inclinación particular hacia la interacción social con humanos. Por ello, los animales de terapia son entrenados especialmente en conductas que faciliten el equilibrio emocional y/o físico en los «humanos» a quienes acompañan. Pueden, o no, convivir con una persona o una familia de modo permanente. Su función tiene que ver con los pacientes a quienes estos perros asistan. A su vez, los animales de terapia pueden subdividirse en:
- Animales de terapia institucional: en hospitales o centros de salud o atención. Son parte del personal de salud y/o atención del centro e interactúan con las personas que son atendidas en él.
- Animales de terapia individual: asignados a las necesidades particulares de una persona, como el acompañamiento de una persona no-vidente.
Efectos terapéuticos de las mascotas
Efectivamente, poseer un animal como animal de compañía puede traer efectos positivos en la salud humana. Por ejemplo, descenso de la presión arterial alta y de los niveles de colesterol y triglicéridos.
Por otro lado, la interacción social que involucra el tener un animal de compañía ha demostrado una respuesta positiva al estrés mental, la depresión y los sentimientos de soledad. Finalmente, las consecuencias desembocan en un efecto placebo, que mejora la salud del poseedor.
Las mascotas como animales de terapia en el autismo
Como se dijo, la relación es tan positiva para la salud humana, que existen centros especializados en el adiestramiento de animales -especialmente perros- para personas con espectro autista. Incluso, en el caso de niños y niñas con TEA, su reacción a la relación con mascotas es marcadamente positiva, aún más acusada que en el resto de pacientes.
Especialmente, hay razas de perros que son indicadas para terapia con mascotas (por ejemplo los Golden Retriever), tanto si tienen o no condiciones neurológicas. Por supuesto, en este caso nos estamos refiriendo a niños y niñas con trastorno del espectro autista.
La relación con un animal fomenta el sentido de responsabilidad en el niño. De forma natural, el niño o niña tiende a ver al animal como algo de lo que tiene que ocuparse, facilitando así que se vincule con unas rutinas diarias. Igualmente, el vínculo con la mascota promueve el establecimiento de más vínculos interpersonales con los demás dueños de otras mascotas. Por eso, muchas terapias con animales incluyen la posibilidad de reunirse con otr@s niñ@s. En consecuencia, es especialmente interesante para grupos de niñ@ que se encuentran en situaciones similares.
Terapia con mascotas: interacciones específicas en niños con autismo
En este aspecto, queremos traer a colación undescenso de la presión arterial alta y de los niveles de colesterol y triglicéridos Presentaremos alguno de sus conclusiones básicas. Especialmente, porque se focaliza en los animales como herramienta de intervención para algunas personas con trastornos del espectro autista.
Razones por las que la terapia con mascotas tiene un impacto extremadamente positivo en niñ@s con TEA.
- Los animales tienen una habilidad única para ayudar a enfocar la atención de un individuo. Un estudio afirma que los niños con autismo miran los rostros de los perros por más tiempo que los rostros de los humanos. Por lo tanto, la presencia de animales puede mantener a un niño con TEA atento durante toda la intervención.
- Las personas tienden a involucrarse socialmente cuando los animales están presentes, razón por la cual el animal puede actuar como un «rompehielos» para las personas con autismo que enfrentan desafíos sociales en su vida diaria. Además, varios estudios indican que los niños con TEA sonríen e interactúan socialmente con mayor frecuencia cuando hay animales presentes.
- Los niños con autismo corren un mayor riesgo de convertirse en víctimas del bulling. La presencia de un perro de compañía puede prevenir esas actitudes y eliminar la sensación de soledad o vulnerabilidad.
- En general, estos niños tienen más probabilidades de experimentar estrés. Sin embargo, la compañía sin prejuicios de animales puede brindarles a estos niños un alivio del estrés que muchos de estos niños experimentan.
¿Cuáles razas de perros elegir?
Los perros, gatos, caballos y pájaros son compañeros curativos comunes que nutren una sensación de bienestar para reducir la ansiedad y la depresión. Sin embargo, entre todos los animales de terapia, los perros encabezan la lista de preferencias.
A su vez, de entre los perros, hay ciertas razas que reúnen condiciones aptas para estas actividades. Las razas más destacadas son:
- Golden retriever
- Labrador retriever
- Pastor belga marinois
- Galgos
- Poodles
- Alaskan malamutes
- Ovejero alemán
- Mestizos de las razas mencionadas
¿Qué razas de perros NO elegir para una terapia?
Así como hay razas cuyo temperamento es aconsejable a la hora de introducirlo como animal de terapia, hay otras que es mejor evitar. Señalamos algunas, como aproximación a la temática. Aunque, siempre es mejor consultar los casos específicos con un especialista en comportamiento animal. No son recomendables, por diferentes motivos:
- Akita Idu
- Dálmatas
- Russian toys
- Doberman
- Rotweiler
- Siberian Husky
- Basenkji
- Alabai
- Chihuaha
- Pekinés
- Corgi
Por supuesto, hay muchas otras razas que no están incluidas en los listados aconsejados o desaconsejados. Porque, en cada caso, puede ser que los especialistas discutan la pertinencia de una lista u otra. Sin embargo, ésta que les acercamos a las familias que buscan un perro de terapia, es una aproximación orientadora.
Actividad de la mascota como terapia
En este punto, debemos preguntarnos cuál será -concretamente- el trabajo o actividad que le «encargaremos» realizar al perro. Por eso, podríamos diferenciar entre los animales que participan en sesiones terapéuticas y aquellos cuyo trabajo será facilitar las tareas diarias de la persona.
Un perro de terapia
Muchos perros de terapia reciben entrenamiento especial para aprender a brindar consuelo y afecto en situaciones terapéuticas. Generalmente, los perros de terapia trabajan en centros, hospitales y otras instituciones de atención médica o terapéutica. Debido a su capacidad para fomentar la interacción social y promover un efecto calmante, el uso de perros de terapia se ha extendido a la comunidad del autismo.
Si bien muchos perros se someten a un entrenamiento especial para convertirse en un perro de terapia, algunos perros con una naturaleza excepcionalmente tranquila, tolerante y afectuosa pueden no necesitar un entrenamiento real.
Sin embargo, al elegir un perro de terapia, es imperativo encontrar un animal que coincida con las necesidades del niño y la familia del niño. Por lo tanto, para encontrar el perro -o mascota- ideal, lo mejor es dedicarle tiempo antes de incorporarlo. Olvídate de elegirlo por color o apariencia física. Eso es lo último.
Un perro «de servicio»
Los perros de servicio requieren entrenamiento profesional para realizar sus funciones. El adiestramiento profesional de un perro de servicio es esencial (un perro adiestrado incorrectamente puede representar un peligro para quienes lo rodean).
Por ejemplo, un perro de servicio o compañía puede ayudar a una persona que tiene una discapacidad auditiva o visual, de movilidad, ansiedad, epilepsia (para detectar un ataque) o un trastorno del desarrollo (incluido el autismo) .
Por eso, un perro de servicio entrenado puede acompañar a un niño a su dentista, visitas al médico, mientras viaja, hace compras y / o asiste a actividades escolares. Los perros de servicio para niños con autismo pueden ser entrenados para reconocer y ayudar a reducir las crisis emocionales o para interrumpir suavemente a una persona que muestra comportamientos auto-lesivos. Por ejemplo, un perro de servicio puede responder a las señales que indican ansiedad recostándose suavemente sobre el regazo de la persona.
Características que debe reunir la mascota
Si nosotros pensamos en adoptar una mascota con el objetivo de entrenarla para que sea un animal de servicio o de terapia (o ambas funciones), debemos considerar sus rasgos de temperamento. En este aspecto, te traemos un listado para que puedas comparar con los rasgos del posible «candidato» a ser el mejor amigo de tu niñ@ con autismo. Específicamente, nos vamos a referir a los perros. Pero, podrían aplicarse a otras especies los mismo conceptos.
- Confiable: por eso señalamos algunas razas específicas. El animal debe ser previsible a la hora de actuar.
- Dóciles: debes tener en cuenta que es esencial que el animal aprenda a responder de modo habitual a las indicaciones, órdenes o al entrenamiento específico.
- Equlibrados: hay que recordar que muchas veces los perros de terapias están expuestos a situaciones muy imprevisibles. Por lo tanto, tenemos que tener un mínimo de garantías de que nuestros perros no reaccionarán de manera inapropiada.
- Sociables: deben tener por naturaleza una tendencia afable y social. Tienes que gustarles estar con los seres humanos, incluso con desconocidos.
- Sanos: aunque tengamos la inclinación a adoptar un perro enfermo para darle un buen hogar, ¡resiste! El animal debe ser sano, sin enfermedades preexistentes.
- No miedosos: piensa que el animal debe transmitirle a tu niñ@ la seguridad que tal vez le falte a él o ella.
- Capacidad para el trabajo: el animal debe reunir las características psicológicas y físicas aptas para la tarea. Por ejemplo, aunque un chihuahua tuviera muchas característica positivas, su tamaño le quita capacidad para proteger al niñ@ o prevenir algún tipo de acción externa.
El caso de las aves
En las terapias asistidas con animales lo habitual es ver perros, caballos o gatos. O, en el caso de la delfinoterapia, delfines. Sin embargo, las aves también son muy buenas para las sesiones de terapia.
Casi cualquier tipo de ave puede asistir en estas actividades: loros, canarios, periquitos, ninfas… Pero una de las intervenciones con aves que más se desarrolla es la terapia con aves rapaces: halcones, águilas, búhos etc. Lógicamente, se emplean animales bien equilibrados, cariñosos y pacientes que nunca responderán con agresividad ante la presencia de extraños. Por ejemplo, los loros son animales inteligentes, sociables y empáticos. Por eso, pueden ser excelentes ayudas para captar la atención e interactuar, si están debidamente entrenados.
La terapia con gatos
La «gatoterapia» es una terapia realizada con gatos cada vez más utilizada. Al ser silenciosos y tranquilos, ayudan a combatir el estrés, la ansiedad y el bajo estado de ánimo. Por eso, esta terapia utiliza la compañía e interacción para mejorar nuestra salud física y mental, y nuestra vida en general. Obviamente, se utilizan sólo animales que sean dóciles y que no saquen a flote su agresividad.
Por otro lado, los gatos no tienen preferencia por una edad en particular o sexo específico. Sin embargo, al comenzar a interactuar con sus dueños, son capaces de actuar acorde al sexo y la edad de éstos, y al modo en que son tratados.
No hay razas específicas para gatos de terapia. Lo mejor será un gato mestizo, de pelo corto, que muestre desde muy temprana edad un temperamento muy sociable, equilibrado, no asustadizo y tolerante.
Comentarios y consejos
En este punto, aconsejamos vivamente consultar el artículo sobre Temple Gradin de nuestra página y bibliografía sobre esta famosa profesional autista.
La segunda cosa que queríamos comentarte es que la introducción de una mascota en tu casa para terapia de tu niñ@ es algo a lo que tienes que dedicarle atención. A diferencia de nuestro consejo referido a la equinoterapia…. en el caso de la introducción de una mascota, aconsejamos hacerlo tomándonos el tiempo. ¿Por qué? Porque la mascota se introduce en nuestra casa, en nuestra familia. A veces, hay mucha fantasía al respecto. Es necesario acordar quién se ocupará de las necesidades de la mascota, evaluar qué específicas características tendrá que tener con relación al tratamiento, etc.
Ahora bien, si vivimos en un lugar con animales o siempre hubo mascotas en la casa, la interacción con una persona con TEA será siempre positiva. Si sabes que una mascota en tu casa, no altera el equilibrio de la familia… SIEMPRE será un aporte favorable para tu niñ@ con autismo. Eso sí, hay que diferenciar un integrante más, de un animal de terapia o de servicio.
Como siempre: todo es cuestión de sentido común, mantener la serenidad, no atosigarnos ni atosigar e ir de lo más sencillo a lo más complejo y no al revés.
Finalmente, un último comentario. Si encuentras un gato que reúna las características de temperamento… ¡no lo dudes! El felino no desequilibrará tu vida familiar: es silencioso, independiente, no necesita la vida en el exterior, es muy limpio y delicado de movimientos. Además, el ronroneo es una terapia natural con efectos comprobados sobre la salud humana.