DIETAS AUTISTAS: SIN AZÚCAR
La Dieta sin azúcar
Definición y clasificación del azúcar
Azúcar es el nombre genérico que se le da a los hidratos de carbono solubles de sabor dulce. Los azúcares simples, también llamados monosacáridos, incluyen:
- glucosa
- fructosa
- galactosa.
Los azúcares compuestos, también llamados disacáridos o azúcares dobles, son moléculas formadas por dos monosacáridos unidos. En el organismo, los azúcares compuestos se hidrolizan en azúcares simples. Los azúcares compuestos más comunes son
- sacarosa (unión de glucosa + fructosa)
- lactosa (unión de glucosa + galactosa)
- maltosa (dos moléculas de glucosa).
Utilización habitual del azúcar
La sacarosa se utiliza en muchísimos alimentos preparados (por ejemplo, pastelería y golosinas). Frecuentemente se añade a los alimentos y bebidas disponibles en el mercado (jugos, gaseosas, bebidas saborizadas, refrescos). Por otro lado, se ha hecho costumbre que sea utilizada para hacer más dulces algunos alimentos (yogures y cereales) o bebidas (café, mate, chocolate, leche y té).
Una persona promedio consume unos 24 kg de azúcar por año, mientras que en el continente Americano el consumo llega hasta 50 kg. En África el consumo es menor a l20 kg.
Uso del azúcar como ingrediente adictivo
Comer azúcar libera opioides y dopamina en nuestro cuerpo. Este es el vínculo entre el azúcar añadido y el comportamiento adictivo. La dopamina es un neurotransmisor, parte clave del «circuito de recompensa» asociado al comportamiento adictivo. Por ello es que se vuelve tan difícil a veces dejar el azúcar.
Es muy sencillo. La gente come azúcar por dos motivos: o por gusto o porque se añade industrialmente a una gran cantidad de productos. Al comerlo, su nivel de azúcar en sangre aumenta rápidamente y la dopamina se libera en el cerebro. También se produce insulina para reducir el nivel de azúcar en la sangre, lo que lleva a su rápida caída por debajo del nivel normal. Un nivel de azúcar bajo hace que las personas sientan hambre de azúcar de nuevo y ganas de sentir el shock de dopamina, por lo que vuelven a ingerir aquel alimento y el ciclo se repite.
Por tanto, la industria lo utiliza libremente para la fabricación de casi cualquier producto. Su función, además de servir como conservante, es provocar un mayor consumo en los compradores.
Tienen azúcar el bacon o panceta, morcilla, chorizos, salchichas y en general todos los patés, fiambres y preparaciones a partir de carne industrializada, el jamón y el limito ahumado, prácticamente todas las salsas, los panes, las barras de cereal, los turrones, los popcorns, los chocolates, las masas, la pastelería en general, los jugos «naturales», las bebidas, los yogures, todas las golosinas y un larguísimo etc. Por ahora, la industria no es parte del plan de salud que indica dejar el azúcar de lado como añadido habitual en la alimentación diaria.
Como ejercicio de paternidad responsable, podemos leer las etiquetas que indican los productos utilizados en la elaboración de los alimentos industrializados que compramos en el supermercado.
Consecuencias del consumo excesivo de azúcar
A medida que el consumo de azúcar creció en la última parte del siglo XX, los investigadores comenzaron a examinar si una dieta rica en azúcar, especialmente en azúcar refinada, era perjudicial para la salud humana.
El consumo excesivo de azúcar se ha relacionado con la aparición de la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la caries dental. En 2015, la Organización Mundial de la Salud recomendó que los adultos y los niños redujeran su ingesta de azúcares libres a menos del 10%, y alentó una reducción a menos del 5%, de su ingesta energética total.
En general, y siendo sintéticos, podemos resumir las consecuencias del exceso de azúcar en los siguientes puntos:
- Inflamación: el exceso de azúcar en la sangre provoca la glicación. Glicación es el proceso por el cual una molécula de azúcar se une a una proteína o a una molécula de grasa. Esto conduce a la formación de productos finales de glicación avanzada, (AGEs por sus siglas en inglés) y estos son inflamatorios. (1)
- Resistencia a la insulina.La resistencia a la insulina se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente. Como resultado, el páncreas produce más insulina para ayudar a que la glucosa entre a las células. Mientras el páncreas pueda producir suficiente insulina para superar la débil respuesta de las células a la insulina, los niveles de glucosa en la sangre se mantendrán en un rango saludable. Grandes dosis de azúcar hacen que el cuerpo de las personas sea resistente a la insulina producida por el páncreas.
- Diabetes tipo 2. Debido a lo explicado en 1, el consumo de azúcar está directamente relacionado con la diabetes de tipo 2. Es el paso siguiente a la resistencia a la insulina. Al cabo de un tiempo, llega un punto en el que el páncreas no es capaz de generar una cantidad suficiente de insulina para disminuir el nivel de glucosa en la sangre. Se pasa a un estado de pre-diabetes y luego puede comenzar la diabetes de tipo 2.
- El azúcar provoca obesidad, tal y como indican las investigaciones realizadas por los científicos del Medical Re- search Council. El azúcar se convierte en grasa. El exceso de dextrosa se transforma en ácidos grasos, más tarde en triglicéridos, y finalmente se almacena en el cuerpo como tejido adiposo. El porcentaje de personas obesas aumenta casi cada año, de la mano del consumo de azúcar. (2)
Debilitación del sistema inmune. El consumo elevado de azúcar altera la micro biota instestinal, uno de los pilares más importantes del sistema inmune. Sin esta rápida y efectiva repuesta frente a infecciones, el organismo ve su sistema inmune claramente debilitado.
Enfermedades cardíacas. Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association sugiere que las personas que ingieren un 25% o más de calorías procedentes de azúcares añadidos tienen una probabilidad 3 veces mayor de sufrir una enfermedad cardíaca, un ataque al corazón o un derrame cerebral, que las personas que ingieren menos de un 5% de calorías procedentes de azúcares.
- La caries dental, que, según diferentes fuentes, está estrechamente relacionada con el azúcar. La placa dental es una película pegajosa compuesta por partículas de alimentos, mucosidad y bacterias. Las bacterias de la placa dental se desarrollan en compañía de azúcares y se dirigen a la producción de ácidos, que agrietan el esmalte y conducen a la caries.
Dónde está el azúcar y efectos
En las bebidas, en los lácteos, en productos infantiles y hasta en los dietéticos. Realmente, tomamos demasiado azúcar. Éste está presente en todo tipo de alimentos. Incluso, en aquellos de los que no sospecharíamos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió sobre esta problemática y aconseja una dieta sin azúcar. De hecho, la cantidad de azúcar recomendada para tener una nutrición saludable debe ser de menos de 6 terrones diarios (por debajo de los 25 gramos).
Verdaderamente, el peligro se encuentra en los azúcares libres, los monosacáridos y disacáridos que añaden los fabricantes, cocineros y consumidores. También, en algunos los azúcares presentes de forma natural en ciertos alimentos.
Daños del azúcar al organismo
a. Daños conocidos externos o conductuales
- Deterioro de las cavidades dentales. Las responsables del deterioro de los dientes son las bacterias que se alimentan de los azúcares simples, los llamados monosacáridos, y producen el ácido que a su vez destruye el esmalte dental.
- Mayor apetito. La variación en los niveles de azúcar en sangre influye en la leptina, una hormona que controla la sensación de hambre. El consumo crónico contribuye a que una persona pierda el control sobre el hambre. Por eso, siempre se genera hambre una vez que la curva energética decae.
- Aumento de peso. Las comidas ricas en azúcares también son ricas en calorías, pero tienen poca capacidad para saciar el hambre. Contrariamente, los productos que contienen pocos azúcares contribuyen a que el organismo experimente cambios. Consecuentemente, a las personas que desean perder peso se les aconseja empezar por reducir el consumo de alimentos altos en azúcar.
b. Daños funcionales del azúcar vinculadas a la insulina
- Resistencia a la insulina. Ésta es una hormona que se encarga de transformar los alimentos en energía. Una vez aumentado el nivel de insulina, provoca la resistencia de los tejidos (el hígado, los músculos) hacia ésta, de manera que en la sangre empieza a acumularse glucosa sin ser utilizada.
- Diabetes. El principal factor causante de la diabetes tipo 2 está vinculado con el punto anterior. Habitualmente, se dice que está provocado por el consumo masivo de gaseosas, comida con azúcares refinados y bebidas energéticas.
- Obesidad. Aparte de la diabetes, el consumo de gaseosas, al ser ricos en azúcar, también provoca el aumento de peso. En consecuencia, el exceso de energía generado por los azúcares se almacena en los tejidos en forma de grasa.
- Esteatosis hepática o hígado graso. La razón por la cual el hígado se ve sobrecargado es que es el único órgano responsable de metabolizar la fructosa. por eso, cuanta más azúcar se acumule, más trabajo habrá para el hígado. El exceso lleva el hígado a desarrollar esteatosis hepática, incluso en personas que nunca han abusado de las bebidas alcohólicas.
c. Enfermedades vinculadas al sobreconsumo de azúcar
- Cáncer de páncreas. El cáncer de páncreas, uno de los cánceres más mortíferos, puede ser consecuencia del sobreconsumo de azúcar.
- Candidiasis. El azúcar aumenta la propagación de la candidiasis en el organismo. El primer peldaño para el control del de la misma es la eliminación del azúcar.
- Insuficiencia renal crónica. La enfermedad renal crónica es una pérdida progresiva e irreversible de las funciones renales. Aunque la incidencia del azúcar en el surgimiento de esta enfermedad sea una hipótesis, el estudio realizado por David A. Shoham, de la Universidad Loyola Chicago (EE.UU.), ha revelado que el consumo de bebidas ricas en azúcar podría causar albuminuria. La albuminuria es un proceso patológico caracterizado por la presencia de albúmina (una proteína) en la orina, lo que evidencia fallos en el funcionamiento de los riñones.
- Hipertensión arterial. El consumo diario de 74 gramos de azúcar podría estar relacionado con el riesgo de sufrir hipertensión arterial.
Dieta para el TEA: sin azúcar
a. Dieta sin azúcar para niños
La dieta sin azúcar tal vez sea una de las cosas más difíciles de lograr. Pero, una dieta libre de azúcar refinada ayudará al intestino de tu hij@. Y, en general, a su bienestar y salud general. Además, pondrás parte de los cimientos de una buena salud futura. El acostumbramiento temprano a consumir una dieta sin azúcar, es la clave. Como el azúcar crea adicción, es necesario desterrarlo desde edad temprana.
En realidad, para realizar esta dieta no será necesario la consulta nutricional. De hecho, su práctica es parte simplemente de una dieta saludable. Además, sus beneficios son universalmente conocidos. El problema suele ser lo adictivo que es para los niños el azúcar refinada; hay que trabajar desde temprana edad, educando el gusto.
b. La adicción al azúcar
c. Dieta sin azúcar para niños con TEA
Por todo lo dicho anteriormente, es casi innecesario señalar la conveniencia de evitar los alimentos azucarados especialmente en l@s niñ@s con autismo. Porque, l@s niñ@s autistas suelen tener un problema de “disbiosis intestinal”, como se mencionó el artículo de dieta sin levadura.. En otras palabras, las bacterias dañinas en sus intestinos están presentes en mayor cantidad que las bacterias beneficiosas.
Además, el azúcar es un “alterador” natural. Muchas veces, uno puede observar que un niño completamente sano, después de comer azúcar, se altera. Está excitado.
Por otra parte, muchos niños con diagnóstico dentro del espectro autista, con hiperactividad o déficit de atención tienen problemas con cándida. Y, como se dijo previamente, el azúcar alimenta el crecimiento de la cándida. En consecuencia, nuevamente es aconsejable encarar una dieta sin azúcar.
Nuestro consejo
Del mismo modo que en el artículo en el que hablamos de la dieta sin gluten, en ese caso también aconsejamos una alimentación sana. Natural. Con la menor cantidad de productos industrializados posible. Sin colorantes, endulzantes, carbohidratos refinados, etc. Y eso incluye la eliminación del azúcar de la dieta. En realidad, la dieta sin azúcar no es una restricción. Es un modo sano de alimentarse, simplemente. No «eliminar», sino «no añadir» lo que daña.
Obviamente, la ayuda de un profesional Nutricionista es siempre aconsejable. Pero, previamente, tiene que existir un acuerdo familiar. Mucho antes de consultar por una dieta, debería existir la decisión consensuada de comer más natural, más simple, más sano. El o la profesional será la guía. Sin embargo, la decisión es familiar y previa. El evitar la «comida chatarra», la hiper-industrialización de los alimentos de tu niñ@ es garantía de una mejor salud. Al menos, en ese aspecto.
Notas
(1) Cuando una persona consume carbohidratos se estimula la secreción de insulina. Esto promueve la captura por parte de los músculos de la mayoría de los aminoácidos, excepto del triptofano. Es así que, los niveles en sangre del triptofano se ven intercambiados con la ingesta de carbohidratos pero no en su proporción.
El porcentaje del triptofano sobre el total de aminoácidos disponibles en sangre, aumenta en proporción directa a la ingesta de CSR. Dado que el triptofano compite con otros aminoácidos en su pasaje por la barrera al cerebro, la secreción de serotonina se ve sobreestimulada por la cuantiosa presencia de su precursor (Wurtman y Wurtman, 1989: 73 y sigs.)
Entonces, una vez que se produce el consumo, las hendiduras sinápticas se ven repletas de estos neurotransmisores. Por tanto, la persona comienza a sentirse mejor, tal como sucede en el caso del consumo de cocaína y otras drogas de abuso. En virtud de esta sobreexistencia de neurotransmisores se produce una autorregulación por la que se envía la señal para dejar de producirlos. Así se genera una cadena en que se rompe con el natural equilibrio de la producción y sea constante la necesidad de carbohidratos para llegar al nivel anterior (Vélez de León, 2003).
Esta autorregulación puede ser explicada según Bernstein (1998) aplicando los principios de la “Teoría homeostática de la adicción bioquímica”. Según ella, el cerebro intentara compensar la prolongada presencia de ciertos neurotransmisores mediante la disminución de sus efectos. O, también, asumiéndolos como constantes en la actividad cerebral. De este modo, el cerebro intenta compensar esta artificial presencia de neurotransmisores disminuyendo su producción normal o disminuyendo la sensibilidad de los receptores post-sinápticos.